Descubriendo a Frank Kaminsky

Jugador universitario del año

En está sección “Descubriendo a…” de SomosBasket en la que analizamos a todos y cada uno de los jugadores que van a ser seleccionados en el próximo “Draft 2015″ siguiendo el orden de nuestro particular “MockDraft“, llega el turno de analizar al que probablemente sea el jugador mas hecho de todo el Draft: Frank «The Tank » Kaminsky.

Uno se retrotrae al pasado baloncestístico cuando analiza a alguien como Francis Stanley  Kaminsky III,  que es el verdadero y casi aristocrático nombre del jugador natural de Illinois.  Son tiempos estos en los que todos parecen instalados en el entusiasmo que genera el futuro de los jóvenes jugadores que pretenden ser elegidos en el Draft, mas que en su presente. Kaminsky es una realidad universitaria como las de antes, de aquellos tiempos en los que los físicos atléticos no eran la norma y los jugadores acababan su ciclo universitario antes de intentar dar el salto a la mejor liga de baloncesto del mundo.

Elegido por la Asociación Nacional de Entrenadores de Baloncesto y la Asociación de Prensa Universitaria de Baloncesto como Jugador Universitario del Año, además de ser nombrado ganador de los Trofeos Oscar Robertson y Adolph Rupp entre otros valiosos reconocimientos son una muestra inequívoca de la gran temporada realizada por la estrella de los Badgers. Protagonista indispensable del sensacional papel realizado por la universidad de Wisconsin en los dos últimos cursos, llegando hasta la gran final del March Madness y perdiéndola ante Duke en este mismo. Kaminsky fue, sin duda, uno de los grandes protagonistas del año NCAA.

El baloncesto NBA ha evolucionado hacia lugares donde las características propias de «The Tank» crean dos interrogantes claros: la adaptación de su juego al de los profesionales y su limitado recorrido físico.

Su físico será, según todos los expertos, su gran talón de Aquiles. Jugador de siete pies de altura pero de solamente 105 kilos de peso, con una capacidad atlética muy limitada pero que no le ha impedido dominar el juego universitario aportando en múltiples facetas. Sus números este último año hablan por si solos: anotó 18.8 puntos, cogió 8.2 rebotes, dio 2,6 asistencias y colocó 1,5 tapones por partido, con unos destacados porcentajes de tiro: 58% en tiros de dos, 41% en triples y 78% en tiros libres. Si proyectamos esos números a 40 minutos el resultado será aún mas esclarecedor: 22.3 puntos, 9.8 rebotes, 3.1 asistencias y 1.7 tapones. Números que evidentemente no sería capaz de alcanzar en la NBA pero que indica bien a las claras la tendencia del jugador de dominar el juego, cosa que llegó a conseguir en sus dos últimos años con los Badgers.

En su temporada freshman jugó muy poco. Su físico le limitaba demasiado y los conceptos baloncestísticos que hoy podemos ver en él estaban entonces en fase de construcción. Si bien participó en 35 encuentros, lo hizo durante una media de 7.7 minutos por partido en los que sus cifras fueron, lógicamente, pobres: 1.8 puntos y 1.4 rebotes. Si analizamos sus porcentajes de este primer año podemos observar que durante su carrera universitaria no ha dejado de mejorar a base de entrenar y entrenar. Solo el 50% de sus tiros libres le entraban y únicamente el 28% de sus triples.

Porque es ése el principal punto a destacar de Frank Kaminsky, su actitud. Una gran IQ corona la cabeza de este hombre, que sumado a su capacidad de sacrificio le hizo mejorar año tras año de manera mas que evidente hasta llegar a ser el jugador que es hoy en día. Una inteligencia y una actitud que, irremediablemente,consiguieron que se hiciese con los mandos del vestuario de su equipo, siendo la voz mas escuchada, asumiendo ese papel que tanta importancia recibe de la cultura americana: el de líder.

Según iban pasando las temporadas Kaminsky mejoraba su juego, sus porcentajes y su protagonismo en el equipo. Y debido, sobre todo, al papel de su Universidad en las dos últimas fases finales de la NCAA nos ha permitido observar todas y cada una de las facetas de su juego, cosa que no siempre es posible con otros jugadores que aspiran a dar el salto a la NBA.

Fran Kaminsky es principalmente un jugador ofensivo, de los que en el baloncesto actual se considera como power forward abierto, aunque por su estatura podrá realizar la labor de Center si fuese necesario. Su tiro, conseguido a base de mucho entrenamiento, es fiable. En cualquier parte del campo puede anotar. Si no lo consigue con su mas que aceptable disparo lo hará cerca, desde la pintura, ya que posee un sorprendente juego de pies. No es ni atlético ni rápido, pero dispone de suficientes recursos como para pivotar, aprovechar bloqueos y penetrar o cintar y ganar suficiente espacio para anotar o pasar. Su gran IQ le hace adaptarse al juego que le permite realizar el equipo contrario, por eso suma en tan diferentes campos estadísticos. Esto será uno de los puntos mas importantes de su carrera con los mayores: saber adaptarse al juego profesional apoyado en su capacidad ofensiva y en su inteligencia. Durante sus dos últimos años en Wisconsin tuvo que echarse el equipo a sus espaldas en no pocos momentos con resultado muy positivo, demostrando una fuerza de carácter que le vendrá bien, no solo en el baloncesto si no también en la vida. Toma buenas decisiones,o juega por dentro, o saca el balón fuera, o se queda a media distancia evitando el choque con jugadores con mas físico, o intenta una penetración…utiliza todas las herramientas a su alcance para sumar, por lo que para un entrenador inteligente «The Tank» será un arma a utilizar en cualquier sistema que quiera aplicar.

Pese a las multiples facetas positivas de su juego quedan abiertas varias interrogantes y son mas que evidentes ciertas limitaciones. Sin duda su físico es su gran handicap, carece totalmente de explosividad y de músculo. Algo que puede trabajarse pero con muy poco margen de mejora. Esto le pondrá en apuros ante físicos imponentes. Tiene altura y si aprende a utilizarla en defensa podrá paliar en parte sus limitaciones, pero su deficiente desplazamiento lateral le convertirá en carne de cañón ante jugadores interiores móviles. Es un jugador hecho, en lo bueno y en lo malo, y este punto es el que mas interrogantes suscita. ¿Que capacidad de mejora posee su juego? ¿hasta donde podrá mejorar su físico? ¿hasta que punto podrá adaptarse a la defensa NBA? ¿que planes tendrán para él en el equipo que le seleccione en el Draft?

Jugador diferente, extraño, inusual. Opiniones sobre su capacidad para hacer carrera en la mejor liga de baloncesto del mundo se encuentran muchas, dudas sobre su talento pocas.