El miedo se instaura en la grada Warrior

Asusta la posibilidad de lesión de su estrella

John Bazemore (CC)
John Bazemore (CC)

Lesión. Esa es la palabra tabú ahora mismo en San Francisco.

Stephen Curry tuvo descanso ayer en el partido que su equipo perdió en Indianápolis frente a los Pacers, en el cual, su entrenador, Steve Kerr, decidió por primera vez esta temporada, preservar su maltrecho tobillo.

El estilo de juego de Stephen Curry, sus partidos repletos de crossover, de entradas a canasta temerarias, y un físico quizás insuficiente para esa forma de jugar, está pasándole factura, y tanto sus tobillos como sus rodillas están flaqueando en los dos últimos años. Obviamente no es ninguna situación de alarma, no estamos hablando de una lesión grave (como la que aquejó durante dos años a Derrick Rose), pero sí de una posibilidad que sería un golpe muy duro para una franquicia en claro ascenso.

La grada Warrior está preocupada por su estrella. Son varias las voces autorizadas, entre ellas la de Greg Popovich (entrenador de los San Antonio Spurs) las que han dicho públicamente que lo más sensato sería darle tres o cuatro partidos seguidos de descanso y tenerle fresco para final de temporada.

Quedará en un susto, nada más, pero lo cierto es que sería un golpe durísimo la lesión de un jugador como Curry para una NBA ya cuestionada por la dureza de su calendario.

Le deseamos a Steph una pronta recuperación y que pueda seguir dando espectáculo por las canchas de toda la NBA.